Si te ha roto el alma pero te abrió los ojos quédate con esa victoria.
Hay personas que en situaciones de emergencia no sirven para nada, lo cual no les resta la poca o mucha gracia que nos pueden causar en la normalidad. Éste es un buen momento para que ubiquen y recuerden que hay personas que son entretenimiento y jamás solución. Es época de darte cuenta con quiénes si, con los que sólo será a veces, y con los que nunca más.
Hoy más que nunca hay que mantener muy vivo lo que vale la pena vivir, lo que deseamos concretar, lo que nos alimenta y nos recuerda la importancia de levantarnos y seguir de pie ante lo que venga. Bueno o malo, siempre de pie.
Que el virus sea el pretexto para guardarnos y mirar de nuestro pecho hacia adentro, cerrar nuestras ventanas y aprender a guardar silencio. Todos, como escribió Sabines, necesitamos tiempo, abstinencia y soledad. Necesitamos cicatrizar y la distancia es una buena maestra. Lo bueno de aprender a estar en soledad es que te prepara para todo. Cuando te sientes bien contigo, no importa lo que pase, nada será tan grave.
Y es que a ver si este encierro nos obliga a salir de nosotros mismos. Vaya ironía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario