Acércate.

Recuerda que el problema con la locura es que ya no es vista como una virtud.


Bienvenidos

noviembre 24, 2020

Reconocerme

A veces para poder seguir, hay que empezar desde cero.

Cuando sufrimos, quisiéramos que todos estuvieran debajo de nuestra piel para que llegasen a entender lo que sentimos.

Pero eso nunca podrá ser, por que el dolor no se comparte. El dolor es propio, íntimo, irrepetible.

Es como hacer un dibujo: Podemos mostrarlo; los demás podrán interpretarlo a su manera, pero nadie podría dibujarlo como lo hemos dibujado nosotros, pues solo nosotros conocemos esos detalles, esas líneas o esos matices. A pesar de ello, estoy convencida de que siempre podrás encontrar a alguien que será capaz de escucharte y comprenderte, acercándose en demasía al nivel de tus trazos.

Hay relatos que al leerlos actúan como bálsamo para las heridas del corazón. Escribir es el bálsamo que cura las mías.

Durante años sufrí en silencio sin comprender el porqué de esta extraña sensación, de sentirme diferente, como Gregor Samsa en la metamorfosis del libro de Kafka

¿Cómo podría saber quién soy realmente después de toda una vida huyendo de mí?

¿Cómo aceptarme tal y como soy sabiendo que eso implica aceptar como mías todas esas dificultades que he intentado ocultar e incluso negar?

Un búho que se creía águila, que se esforzaba por ser un águila como las demás y que por más que se esforzara, no lo conseguía. Un búho que se esforzaba hasta el cansancio tratando de hacer movimientos y gestos que las demás águilas hacían de forma totalmente espontánea y natural. Y un búho que ya estaba agotado, muy agotado y ya no quería seguir intentando ser águila nunca más.

Me reconozco cuando mi hipersensibilidad sensorial me lleva al colapso y a padecer crisis terribles o cuando la ansiedad se apodera de mi al sentir que pierdo el control, que el resultado será catastrófico y todos se burlarán de mí, pero me reconozco aún más cuando respiro profundo, dejo caer algunas lagrimas y sigo mi camino.

He aprendido a dialogar de forma oral para seguir sobreviviendo y porque es como se expresa la mayoría, pero sobre todo me reconozco cuando la gente que quiero me permite expresarme por escrito, sin juzgarme por ello.

Me reconozco cuando no cumplo las normas sociales en fiestas o fechas importantes, por ejemplo, pero me reconozco aún más cuando a pesar de eso, tomo el teléfono y haciendo una excepción, hago una felicitación porque sé que es importante para ellos y los quiero.

Me reconozco cuando me bloqueo socialmente y no puedo emitir una sola palabra coherente, pero también lo hago cuando me sumerjo en esas conversaciones maravillosas de lo que más me gusta con las personas que están dispuestas a escuchar.

Me reconozco cuando me aferro a mis rituales y rutinas, negándome a cualquier tipo de cambio porque entro en crisis, pero también me reconozco cuando deshecho sin dudar cualquier costumbre, tradición o enseñanza carente de funcionalidad.

Me reconozco cuando dibujo esa línea invisible a mi alrededor que no me gusta que los demás pasen, pero también me reconozco cuando logro aguantar y fundirme en esos abrazos que no solo abrazan la piel, sino el alma, y que, sin querer, me hacen cerrar los ojos.

Me reconozco cuando me resulta difícil ponerme en el lugar del otro para entender su visión del mundo, pero también me reconozco cuando empatizo fuertemente con el sufrimiento de otras personas ante la pasividad e indiferencia de otros.

Casi siempre me manejo en extremos, a menudo blanco o negro. No fue fácil llegar a los 23 años (ahora 28) desconociendo que estoy dentro del espectro autista o Asperger. Intentando entrar en un molde en el que, para encajar, había tenido que disfrazarme, hasta el punto de no reconocerme. Pero, sobre todo, sabiendo que por mucho que me esfuerce, mi mente no es ni será nunca neurotípica, y odiarme por ello.

El diagnóstico me ha traído calma.  Me ha traído la pieza que faltaba para hacer encajar el rompecabezas de mi vida y como no, también ha traído respuesta a muchísimas preguntas que bombardeaban mi cabeza desde niña.

Ahora hay una persona cuya mirada proyecta aceptación y amor hacia mí. Alguien que, a pesar de conocer a mi personaje (como si de un videojuego se tratara), quiso saber quién se escondía tras de él. Y así he ido desnudando mi alma, liberándome de tantos prejuicios, sintiéndome cada vez un poquito más libre hasta que un día me arme de valor para mostrarme sin filtros. Y sé que pronto llegará ese día.


2 comentarios:

  1. Es verdad que nadie puede sentir exactamente lo que sentimos, pero sí se puede asemejar porque muchos sufrimos por los mismos motivos, aunque si ese no llegara a ser el caso, puede ser por una conexión única.
    Yo también me sentía diferente y "rara" a los demás, no entendía el por qué, pero después de tantos años así cuando recibí mi diagnóstico al igual que tú, me sentí libre, con calma e igual pude entender muchas cosas. Al poco tiempo tuve la mejor coincidencia de mi vida, encontré a una chica (en realidad me encontró) que pensaba tan parecido a mí, que sentía lo que yo sentía ¿y adivina qué? nos hicimos amigas, nos fuimos conociendo poco a poco hasta llegar al punto en el que encontré a la mejor persona del mundo, es maravillosa, su sonrisa ilumina todo mi mundo. Ambas somos tan libres cuando estamos juntas, "en nuestra habitad natural" como decimos, jaja, no tememos en ser realmente como somos, con nuestros rituales, nuestra dificultad al hablar, al hacer algunas cosas. Cada día nos sentimos mejor juntas, nos tenemos mucha confianza, puedo hablar por mí y decir que la amo como no he amado a nada en mi vida, que su forma de ser que al mundo le parece "rara" a mí me vuelve loca, que es lo más importante para mí y que ya no imagino mi vida sin ella, sin duda es el regalo más hermoso que la vida me ha dado.
    Esa persona que está a tu lado te ama y agradece lo que haces por ella, agradece que te liberes y no tengas secretos ni restricciones con ella, sé que pronto podrás volar tan alto y enseñarle a esa persona todo tu interior, te ama con tu oscuridad y todo lo que llevas dentro, debes de saber que gana más tu luz que tu oscuridad. Para esa persona eres perfecta a tu manera, no tiene ojos para nadie más ¿cómo lo sé? pues esa persona soy yo...

    ResponderEliminar
  2. Hay un momento en la vida, donde te sientes perdida, sientes que nadie te comprende y que nadie lo hará nunca. Hasta que llega la persona indicada ¿cómo saber que es la indicada? bueno creo yo que porque con esa persona haces cosas que no habías hecho antes, cuentas lo que sientes sin miedo, el tiempo vuela a su lado y sobretodo sientes magia, ese "algo" que no sientes con nadie más, déjate llevar. Estoy segura que ya encontraste a esa persona, sé libre y no tengas restricciones. Ama y déjate amar... La compañía indicada ha llegado.

    ResponderEliminar