Acércate.

Recuerda que el problema con la locura es que ya no es vista como una virtud.


Bienvenidos

diciembre 23, 2011

Palabras ausentes.

Que impotencia cuando se tiene la necesidad de escribir pero las palabras están ausentes.

Hace tiempo que las buscaba, a cada momento; en cada oportunidad; en cada risa; lágrima; recuerdo e idea. No estaban, era como si hubieran desaparecido de la faz de mi ser. 
Pensé entonces, que deberían haber ido a buscar un nuevo lugar donde pudieran salir sin temor, probablemente se habían aburrido de mi. No entendía porque no querían estar conmigo, yo las trataba con cuidado.
Las busqué en los alrededores, comencé por mi cama, el lugar donde pasaba el mayor tiempo con ellas, jugando, peleando y de vez en cuando confundiéndome. Moví las almohadas para ver si no habían resbalado en los pensamientos gastados sobre ellas. Nada, no estaban. Aún no comprendía el porqué de su ausencia. 
Busqué entre mis libros, viejos y nuevos, revolví los cajones y revisé antiguas cartas. ¡Absolutamente nada! ¡se habían ido para siempre!
No me importó, ya no quería buscarlas, después de todo, mis palabras están vacías. A la gente no le importa, tan sólo las leen y ya. No hacen nada más, no tienen la suficiente fuerza de causar efecto en quienes las descubren, me falta algo, algo con poder de cambio.



Desde ese día escribo sentimientos en lugar de palabras y hay palabras, que se disfrazan de sentimientos pero continúan vacías. Es cuestión de saber reconocer. 


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