Apenas visibles sus deseos, se dejaba llevar por la locura
de ser lo que había olvidado, el dolor de cabeza le hizo alucinar con imágenes
de otros mundos, acostada en el piso de su habitación apenas si lograba
percibir la realidad ingrata, la realidad absorbente, aunque de cierto modo
dejo de hacer lo que todo mundo hace, sí, sí, ustedes ya saben, cumplir con expectativas
y dejar de creer en historias fantasiosas, nada de magia ni de princesas, nada
de brujas o de fantasmas, sólo entregarse a la realidad, pero que asco ser sólo
parte de la realidad sin diversión, mírenlos ahí, los políticos se divierten
con el pan de los demás, ellos sí que crean castillos en el aire, ellos de
verdad que consiguen a su princesa de cuento de hadas, todo es posible teniendo
poder, todo lo puedes ver y saber, pero que aburrido estar tan fuera de la
realidad, alimentando borregos con el pasto echado a perder de la TV, los
hombres de verde siempre dispuestos a matar gente, a quitar lo que nadie se
atreve.
Todo es el cuento de la sociedad mal educada,
de la sociedad enajenada, ya no hay cuentos, ya no hay miradas, ya todo lo
saben todos y si no lo saben ni les interesa, narcisos de cualquier sitio, ya
no importa la poesía rota tampoco la reparada y mucho menos la muerta, ya no
importa nada que no sea rápido y pasajero y por ser de tal modo deja de tener
valor, el cuento ese que se me olvida contarles...
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